Cualquier conversación entre padres e hijos es una conversación importante, y tiene el potencial de inculcar valores y perspectivas de vida en los más pequeños. Algunas conversaciones, como la de la sexualidad, no sólo son importantes sino también necesarias.
Como en el caso de muchas mujeres latinas, Patricia Rodríguez, residente de Arleta, California, nunca tuvo este tipo de conversación con sus padres.
“Cuando yo era niña, en mi familia, la sexualidad era un tema tabú. Las pocas veces que mi madre me habló de sexo fueron para retarme o asustarme. Así la educaron a ella y así me educó ella a mí”, reflexionó Rodríguez. “Hubiese preferido que alguien me hubiese hablado del tema, quizás no hubiese cometido tantos errores”, opinó.
La madre de dos niñas de 8 y 5 años de edad dijo que la falta de información la llevó, más de una vez, a involucrarse en situaciones sexuales indeseadas y traumáticas.
“Yo creo que a los niños hay que hablarles desde que son pequeños y decirles las cosas como realmente son, para que después no se lleven sorpresas. No quiero que mis niñas pasen por lo mismo que pasé yo, por no saber cómo actuar”, opinó.
Cuándo – Cómo – Dónde
La Academia Americana de Pediatría (www.healthychildren.org) ofrece una serie de consejos para guiar la conversación sobre sexualidad entre padres e hijos. Compartimos algunos de ellos:
Empieza dónde estés, con lo que sepas y como puedas. No es necesario que planees un encuentro elaborado, ni te estudies el manual de biología para encarar el tema de la sexualidad. Las situaciones diarias presentan todo tipo de oportunidades para hablar de sexo. Puedes aprovechar una película en televisión, el nacimiento de algún familiar o simplemente la hora del baño para sacar el tema.
Privacidad y respeto. Incluso los niños más pequeños pueden entender el concepto de “partes privadas”. Explícales con lenguaje simple que otras personas no deben tocar sus partes privadas, a menos que se trate del médico o una enfermera en la sala de examinación, y que si alguien trata de hacerlo, deben contártelo de inmediato.
Sé una buena “reportera”. Antes de empezar a hablar, trata de averiguar qué es lo que tu hija o hijo ya saben. Aprende a hacer preguntas y a escuchar entre líneas, no sólo lo que te cuentan, sino también lo que callan.
¿Qué es lo que quieres saber? Muchas veces las preguntas y comentarios de los niños pueden parecer inocentes o graciosos, pero si te ríes de sus dudas, podrías avergonzarlos y ya no querrán hablar del tema. Busca respuestas simples, breves, y adecuadas a su edad. Sé honesta, y usa el nombre real de cada parte del cuerpo.
Preguntas y señales de alerta
Ciertas preguntas e inquietudes de los niños, pueden ser una alerta para los padres de que el pequeño ha sido víctima de abuso sexual, o de que existe algún problema al respecto.
¿Cómo saber si la conducta del niño es “normal y adecuada” para su edad? Es natural que un niño sienta curiosidad por su cuerpo y su sexualidad. No es raro descubrir a un pequeño tratando de espiar a alguien que se está vistiendo, o mirando con sus amigos fotos para adultos, en la internet.
Stop it Now,(http://www.stopitnow.org) una organización sin fines de lucro que busca concientizar al público sobre abuso sexual, y compartir recursos y programas de prevención, ofrece una guía general para evaluar si los comportamientos del niño son típicos de su edad, o si existe algún problema.
Juguemos al doctor. Los juegos “típicos y normales” relacionados a su cuerpo y sexualidad ocurren entre niños de la misma edad, tamaño y desarrollo emocional. Estos juegos son espontáneos, inocentes y provocan risitas entre ellos. En una situación normal, cuando un adulto pone límites a dichos juegos, los niños no tienen problema en seguir las reglas.
De 0 a 5 años de edad. A esta edad, los niños muestran curiosidad por su cuerpo, notan las diferencias físicas entre varones y niñas, y quieren saber cómo los bebés llegan al mundo. Es común que el pequeño explore sus genitales y que sienta placer al hacerlo.
Señales de advertencia. No es común que a esta edad los niños conozcan el lenguaje o el comportamiento sexual explícito de un adulto, o que traten de imitar dicho comportamiento.
De 6 a 8 años de edad. En esta etapa, los niños muestran curiosidad por los distintos aspectos del embarazo, el desarrollo del cuerpo y las relaciones sexuales. También es común que, en la privacidad, sigan explorando sus partes privadas.
Señales de advertencia. Si durante esta etapa, el niño tiene comportamientos sexuales en público, o a través de la internet, y aparenta tener conocimiento de específicos actos sexuales, podría ser un indicio de problemas de abuso.
De 9 a 12 años de edad. En esta etapa comienzan los cambios hormonales y los niños son más receptivos a la influencia de los medios y la presión de sus pares. Es común que los niños hagan preguntas específicas y que busquen activamente información sobre el tema.
Señales de advertencia. Al igual que en etapas anteriores, no es común que los niños se comporten sexualmente como adultos o que hagan públicos sus impulsos.
De 13 a 16 años de edad. A esta edad, los adolescentes ya son capaces de tomar decisiones basadas en sus valores personales y entender las consecuencias de sus actos. Físicamente, las niñas comienzan con la menstruación y los varones, a producir esperma. En esta etapa, un tercio de los adolescentes tienen su primer encuentro sexual con otros jóvenes de su misma edad.
Señales de advertencia. No es común que los adolescentes de esta edad se masturben en espacios públicos, o que muestren interés sexual por niños menores a ellos.
fuente imparcialoaxaca.mx