YACOCHI, SANTA MARÍA TLAHUITOLTEPEC.-El sismo de 8.2 grados ocurrido el pasado 8 de septiembre cuya duración fue de 2 minutos y 33 segundos, zanjó los mixes por la mitad. Para los habitantes de la tierra de las nubes, persiste el peligro. El temblor y las constantes lluvias dejaron una tierra reblandecida y ajada por una grieta que aparece y desaparece entre las casas, carretera, montañas y terrenos de cultivo
Para la autoridad municipal, el 70 por ciento de la población se encuentra en un nivel de riesgo alto. La ayuda es urgente, señaló el cabildo de Santa María Talhuitoltepec.
Hasta ayer lunes, habían recibido el reporte de 80 viviendas con daños en las agencias de Texas, Guadalupe Victoria, Santa Cruz, Santa Ana, Metate, Nejapa, Flores, Laguna, Magueyal y Yacochi. La cifra podría seguir elevándose ya que muchas de las localidades no han podido informar debido a los deslaves carreteros.
Entre las nubes y el sismo
A Lucio López y su familia el temblor los sorprendió con el viento de prisa y la neblina desplomada entre los cerros. Apenas habían conciliado el sueño cuando una sacudida hizo caer trozos de adobe sobre las camas. A tientas encontraron la puerta de salida. Entre la oscuridad sólo podían imaginar lo que pasaba entre los retumbos de la tierra y los quejidos de los polines de la casa.
“Nos paramos en el corredor, entonces pudimos oír como se caía parte de la pared”, recuerda. Cuatro días después de lo ocurrido Lucio comenzó el aseo de los escombros. resignado a que ninguna autoridad estatal llegaría para constatar las afectaciones.
Los trozos de adobe aún están regados en el piso entre el esqueleto de la cama en donde dormía. A un lado quedó el boquete arrancado por el temblor. Debido a los daños a su vivienda pasaron parte de sus pertenencias a la casa de unos familiares que no sufrió “gran cosa”.
– ¿Se asustaron?
– Sí, esto se veía impresionante. Al día siguiente ya no estamos tranquilos. Hasta, mi hijo a veces llora; pregunta ¿Vamos a amanecer mañana o ya no? Aquí estaba él dormido.
– Ahí cayó una roca -señala el niño hacia la cabecera- cayó cerca de mi, me levanté rápido, me asusté mucho.
Esperar vida o muerte
Una bocanada de humo se escapa por un boquete abierto en la pared. Adentro de lo que queda de la cocina, Eleuterio Martínez de 83 años y su hijo Gerardo de 63, comparten un tazón de comida. Frente a ellos, una lona azul tapa la desnudez que dejó el temblor. La pared desapareció por completo.
Padre e hijo perdieron casi todo su patrimonio: la cocina de adobe, el dormitorio hoy agrietado, y también el miedo a morir.
Los hombres se niegan a dejar el lugar a pesar del riesgo, pues además del colapso, el riesgo de deslave ronda el lugar.
– ¿No tiene miedo de morir?
– Pase lo que pase aquí estoy; vida o muerte – afirma en su lengua materna
Las casas de Yacochi
En Yacochi, el registro de daños arrojó 40 casas con daños parciales y totales que van desde coarteaduras, agrietamiento en los predios, boquetes en paredes, caída de bardas hasta el desplome de piezas completas.
Los daños sólo se remiten a cosas materiales, pues a pesar de que el sismo los sorprendió dormidos, no dejó lesionados ni muertos.
Lo que siguió fue el abandono de algunas viviendas, en otros la reconstrucción a piedra y lodo, en algunos más la espera de vida o muerte. El sismo combinado con las lluvias dejó un municipio susceptible al desastres.
Reconstrucción con piedra y lodo
La lluvia cae insistente sobre la tierra de los jamás conquistados. Rufino, Berta y sus hijos reconstruyen su vivienda con arcilla formada de los restos de un cuarto que colapsó con el temblor. La familia vive en el entronque de Nejapa y Flores.
De las tres piezas que conformaban su vivienda, una sufrió pérdida total, el dormitorio perdió trozos de pared y sólo una pieza resistió la sacudida.
Con el sismo una grieta atravesó su predio. La tierra frente a sus ojos se abrió unos cinco centímetros, según calculan. Al día siguiente rellenaron aquella zanja para evitar que el agua escurriera y continuara reblandeciendo la tierra.
Los daños fueron reportados a la presidencia municipal con la esperanza de que llegue algún tipo de ayuda para rehabilitar su hogar.
Actividades escolares paralizadas
En las escuelas de la población las actividades escolares estarán suspendidas hasta nuevo aviso. En el Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario (CBTA) ubicado en Tlahuitoltepec, la evaluación preliminar arroja daños en laboratorios, biblioteca, dos salones, auditorio, las gradas de la cancha de basquetbol y un deslave sobre la cancha de futbol, además de algunos vidrios rotos y coarteaduras en pisos que advierten de un deslizamiento de tierra.
En el caso de la escuela primaria de Yacochi, quizá una de las agencias con mayor afectación, la escuela presenta agrietamientos y fue atravezada por una grieta.
Padres y madres de familia determinaron que por el momento no es seguro enviar a sus hijos e hijas a la escuela ya que de manera constante se están registrando desprendimientos de rocas y pequeños deslaves que podrían herir o causar la muerte de algún infante. El temor en los mixes es grande.