A un año del sismo de magnitud 8.2 que devastó la región del Istmo de Tehuantepec en Oaxaca y parte de Chiapas, el gobernador Alejandro Murat Hinojosa encabezó ayer un acto cívico en memoria de las 82 personas muertas por el temblor, el cual también dejó alrededor de 65 mil viviendas dañadas en esta entidad, para lo cual, dijo, se han invertido más de 7 mil millones de pesos en su reconstrucción.
El mandatario estatal, su esposa Ivette Morán de Murat, presidenta honoraria del Sistema DIF Oaxaca, la titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu); Rosario Robles Berlanga, Luis Felipe Puente, coordinador Nacional de Protección Civil, e integrantes de su gabinete estuvieron en el acto, donde Murat Hinojosa afirmó que Oaxaca está en pie.
Reunidos en la Alameda de León, en la capital del estado, izaron la bandera a media hasta por los tres días de luto nacional que decretó el presidente Enrique Peña Nieto. El gobernador puntualizó que la tragedia demostró la grandeza del del Istmo, de Oaxaca y de México.
Destacó que nadie estaba preparado para un siniestro de esta clase; pero la respuesta de los gobiernos federal y estatal, y de la sociedad, se unió para llevar ayuda los 41 municipios, donde se instalaron 52 albergues para dar techo y alimento.
Poco después inició la reconstrucción y se han repartido más de 60 mil tarjetas con fondos para la reconstrucción; además, se avanza con las 6 mil escuelas que resultaron dañadas y con espacios públicos. Robles dijo que más de 80 por ciento de viviendas ya están en proceso de construcción, y que una de cada cuatro viviendas ya están reconstruidas, información que ha sido entregada voluntarios y grupos de mujeres solidarias.
Mientras, en el municipio de Juchitán, unos 2 mil integrantes de la sección 22 del magisterio oaxaqueño, padres y estudiantes marcharon para recordar el terremoto del 7 de septiembre, el cual afectó a más de 2 mil escuelas en Oaxaca, y exigieron su urgente reconstrucción.
En tanto, pobladores damnificados de Asunción Ixtaltepec caminaron por las principales calles para exigir transparencia en la entrega de apoyos para la reconstrucción y señalaron que a un año del sismo han contabilizado 5 mil damnificados en toda la región del Istmo que no fueron apoyados por Sedatu, ni recibieron tarjetas.
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