Este 7 de septiembre se cumple un año del sismo de magnitud 8.2 que sacudió el sureste y centro de México. Los estados más afectados fueron Chiapas y Oaxaca.
Ocurrió a las 11 de la noche con 49 minutos, con epicentro a 133 kilómetros al suroeste de Pijijiapan, Chiapas, y duró tres minutos.
Heridas que no han sanado
Alma Rosa tiene una herida que mutiló su pie derecho cuando hace un año una barda cayó sobre ella por el terremoto del 7 de septiembre en Juchitán, Oaxaca, la artesana textil de 35 años de edad sigue sin sanar.
Nunca ha recibido un apoyo gubernamental, incluso durante la tragedia; su familia tuvo que conseguir 35 mil pesos para la amputación de su pie, que se la practicaron 20 días después del sismo.
Siguen sin reconstruir sus casas
Una familia tuvo que vender parte de su producción de cacahuate, una becerra y seis mil pesos que solicitaron en préstamos para poder concluir parte de su vivienda que el terremoto del 7 de septiembre del año pasado dejo inhabitable.
A casi un año, la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano les otorgó 90 mil pesos, 60 mil pesos para la compra de material de construcción y 30 mil pesos para el pago de mano de obra y a la fecha no les ha otorgado el resto.
Otro grupo de 44 familias de la Valdiviana, se encuentran en la misma situación, no les otorgaron los recursos suficientes para poder concluir la reconstrucción de sus viviendas. Han gestionado y no han encontrado respuesta.
Viven entre los escombros
La devastación que dejó el sismo del 7 de septiembre de 2017 en Juchitán, Oaxaca, sigue siendo una postal cotidiana.
A un año del desastre natural, la ciudad sigue llena de escombros y la mayoría de las viviendas que resultaron con daños continúan afectadas.
Niños sin escuelas
Los niños estudian entre aulas improvisadas, mientras que algunos no pudieron regresar a clases debido a los gastos que las labores de reconstrucción han generado para sus familias, quienes han tenido en algunos casos que arrendar viviendas.