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El hospital que nunca fue en Oaxaca

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JUCHITÁN, OAX. (EL UNIVERSAL).- Después de seis años, aún se mantiene en pie un oxidado letrero a orillas de la carretera Transístmica La Ventosa-Acayucan, a medio kilómetro de la ciudad ferrocarrilera de Matías Romero, en la zona norte del Istmo de Tehuantepec. El anuncio no ha cambiado desde 2009: “Construyen Magna Obra: Hospital de especialidades”.

El espacio de salud se construyó en la administración del ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz y el ex presidente municipal José Luis Albores Gaspar en 2009.

Una rampa de cemento conecta la carretera hasta la entrada del edificio en clara declinación. La puerta principal y otras dos más están clausuradas con hojas blancas que tienen escritas las frases: “Prohibido pasar”, “Sello de consigna” y “Clausurado”.

Nadie vigila, por lo que el robo de cables, lámparas y ventanas es recurrente, se notan los faltantes.

La primera piedra de la obra la colocó en 2008 Ulises Ruiz y se le anunció con una inversión de 69. 5 millones de pesos, que beneficiaría a 110 mil personas de la zona norte del Istmo de Tehuantepec.

Se construyó en una superficie de cuatro mil 322 metros cuadrados y fue diseñado como un hospital moderno que tendría áreas de Rayos X, ultrasonido, laboratorio, traumatología, cardiología, oftalmología, otorrinolaringología, así como hospitalización con 30 camas.

Hoy está cerrado, deteriorándose.

Rubí Joaquín Rodríguez, coordinación del Programa de Ciudadanía de Mujeres de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni), lamentó el abandono de una obra que puede solucionar un “poco” la crisis de salud que se vive en la zona.

En los siete municipios y más de 40 comunidades indígenas que integran la zona norte del Istmo, no se cuenta con clínicas ni hospitales para dar atención de calidad y calidez. La activista solicitó a la Secretaría de Salud de Oaxaca (SSO) el rescate del lugar, pero sólo han recibido promesas, además de que el Hospital de Especialidades bajó de categoría, ahora se llama Hospital de la Comunidad.

UN PUENTE INSERVIBLE

Matías Romero también tiene inconclusa la Central Camionera y el Mercado José Murat.

El mercado se ubica a unas cuadras del centro de la ciudad. Con letras blancas cinceladas en lo alto de un muro color óxido, el nombre del ex gobernador de Oaxaca se hace resaltar imponente.

El alcalde priísta David Antonio lo mandó construir y lo bautizó con el nombre de su benefactor hace más de 10 años. Hoy está sucio, abandonado e inconcluso en los detalles, el tiempo se encargó de destruirlo.

El terreno se adquirió por 300 mil pesos y se terminó la obra con 280 locales comerciales, que fueron vendidos, algunos en 25 mil pesos, otros otorgados a amigos, familiares e incondicionales del presidente de manera gratuita.

Actualmente sólo 10 locales externos funcionan, los del interior tienen dueños, aunque no están ocupados.

A una hora de Matías Romero, está Juchitán, el municipio considerado el centro comercial del Istmo. Durante las administraciones de Ulises Ruiz se benefició con muchas obras de gran “impacto social”, una de ellas fue el Circuito Periférico de Juchitán de Zaragoza.

De esta obra, está el puente “moderno” nombrado en los archivos de la Secretaría de Obras Públicas en el apartado “Obras Públicas ejecutadas en la modalidad de contrato/ Ejercicio 2010” y que lleva el nombre de Puente Vehicular Los Perros II Norte.

Este puente está ubicado precisamente en la parte norte de Juchitán, sobre el Periférico. Luce terminado y seminuevo. Sólo este puente costó 30 millones 4999 mil pesos y estuvo a cargo de la empresa Socton Construcciones, SA de CV.

La carpeta asfáltica se prolonga sólo unos 10 metros adelante, de allí el pavimento negro se desvanece con la tierra. No hay más camino asfaltado. El automovilista se topa con un rancho.

Hasta allí se da el primer corte del Circuito Periférico de Juchitán de Zaragoza, una obra cuyo anuncio fue pomposo la mañana del 4 de enero de 2010 por parte de Ulises Ruiz Ortiz y el ex alcalde petista Mariano Santana López.

El Periférico facilitaría la comunicación de todos los accesos de esta ciudad y transformaría el rostro de la región. Nada de eso pasó.

El segundo corte del Periférico es en la parte sur, después del camino viejo que lleva a Playa Vicente, rodeando las colonias populares de la Séptima Sección.

Después de pasar varios kilómetros de carretera en mal estado, alumbrados inservibles, baches, escombros y tramos de tierra y encharcados con agua de drenaje, se llega a un segundo puente, rodeado de basureros clandestinos.

El barandal de este puente está oxidado por el abandono, la carpeta está carcomida en casi todo lo largo. Aquí no existe una bajada de cemento, sólo de tierra, no hay después un trazado de carretera alguna, sólo dos caminitos marcados por carretas, rodeados de monte, las cuales sacan a Santa María Xadani.

En cinco años, la carretera de este circuito que iba a rodear a Juchitán y que fortalecería la actividad comercial de la región, está maltrecha.

El Circuito Periférico se proyectó con una inversión de más de 270 millones de pesos en una longitud total de 15.4 kilómetros. Se planeó para una circulación de hasta 4 mil automóviles diarios, aunque su capacidad total sería de 9 mil vehículos. Hoy no circulan ni 10%.

La proyección era para beneficiar a más de 60 mil habitantes de la zona, contaría con camellón central de hasta un metro donde el derecho de vía lo permite, además de banqueta de concreto simple de 1.50 metros de ancho, superficie de rodamiento de carpeta asfáltica y tendría siete entronques carreteros.

Actualmente, los automóviles pasan con cuidado para no sufrir afectaciones por los baches. Los dos puentes vehiculares de 84 y 83 metros de longitud, que ayudarían a la vialidad, los utilizan los campesinos con sus carretas y carretoneros de basura.

OTRAS OBRAS INÚTILES

Además del Periférico, Juchitán tiene inconclusa la Central Camionera, que se construyó en 2010 también por Ulises Ruiz Ortiz en una superficie de 33 mil metros cuadrados a un costado de la avenida Periférico. Cinco años después la obra sigue igual como lo entregó el gobierno, sin ser utilizada.

También existen dos mercados públicos que no fueron ocupados por inconclusos desde hace 10 años: Mercado Che Gómez y Mercado de Mariscos.

En Salina Cruz, la zona portuaria del Istmo, está el mercado Manuel J. Clouthier. El inmueble abandonado está ubicado a un costado de la carretera y nunca fue utilizado por los 246 locatarios.

Fue construido en la administración del alcalde panista Víctor Rafael González Manríquez (2002- 2004), supuestamente con recursos otorgados por Pemex; el objetivo era descentralizar gran parte del ambulantaje en las principales calles del centro de la ciudad y de los mercados públicos, además de reactivar la economía de la zona.

Este mercado no ha recibido atención, pero los archivos de la Secretaría de Obras Públicas del gobierno del estado de Oaxaca dicen lo contrario.

En el documento Obra pública ejecutada en la modalidad de contrato ejercicio 2010 se detalla que en el programa Fonregión se tiene registrada la “Rehabilitación del mercado zonal Manuel J. Clouthier” bajo el contrato JO35T0103291/2010 con fecha de 19 de agosto de 2010 por un monto de un millón 696 mil 600 pesos, la empresa contratada para la rehabilitación de un elefante blanco fue Pretilsa, SA de CV y tuvo un periodo de ejecución de 19 de agosto al 4 de octubre de 2010. A pesar de la inversión , el mercado no se activó y está abandonado.

fuente noticiasnet.mx

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