De manera lenta, ordenada, fervorosa y silenciosa, inició la XXVII edición de la Procesión del Silencio, una de las actividades más emblemáticas que se lleva a cabo en la ciudad de Oaxaca de Juárez en el marco de la Semana Santa.
De la parroquia de la Preciosa Sangre de Cristo, ubicada en el corredor turístico de la calle Macedonio Alcalá, en el Centro Histórico, una a una fueron saliendo las imágenes religiosas de los demás templos y parroquias, adornadas bellamente con flores.
Durante este recorrido tradicional que se realiza desde hace 27 años para expresar el pésame a la Virgen María por la muerte de Jesús, el sonido de la chirimía y el tambor anuncian el inicio de este recorrido y el paso de las imágenes.
Primero desfila una cruz y los críales; le siguen los estandartes bordados en plata o en oro, portando relicarios de valiosa antigüedad que los convierte en piezas de museo.
Una comisión de mujeres, conocidas como las damas de la Tercera Orden de Santo Domingo, acompañan al Señor de la Columna, imagen religiosa que data del siglo XVII y que se venera en el templo de la Preciosa Sangre de Cristo.
Con vela en mano, las personas se unen a la procesión para recrear unos de los pasajes bíblicos más representativos de la fe católica.
En la procesión también participan hombres con los pies descalzos, encapuchados y cubiertos tan sólo con un taparrabo, que cargan una cruz muy grande y pesada; les sigue la Cofradía de las Siervitas, damas de la Virgen de Dolores pertenecientes al templo del Patrocinio, que en riguroso luto acompañan a la Virgen, quien es cargada por otros penitentes también encapuchados.
La Procesión del Silencio termina con la aparición de veinte enormes lanzas, adornadas cada una de ellas con la corona de las espinas, los tres clavos, la sábana santa, entre otros artículos, los cuales porta otra Cofradía que escolta la hermosa escultura de la Preciosa Sangre de Cristo que se venera en el templo del mismo nombre.
Durante la caminata, los feligreses pasan frente al templo de Santo Domingo de Guzmán, recorren las calles empedradas del andador turístico hasta dar vuelta en la calle Xólotl, continúan sobre García Vigil, después Morelos y suben nuevamente sobre Macedonio Alcalá, hasta llegar al lugar de inicio.
En todo el recorrido, los fieles, así como las cientos de personas que acuden a apreciar esta tradición, guardan silencio y muestran un respeto poco usual que solo se ve interrumpido por el sonido de las cámaras fotográficas, tal vez por el de los silbatos de los 45 policías viales que realizaron los cortes de circulación correspondientes y por las patrullas y motopatrullas de la Comisaría General de Seguridad Pública y Vialidad que resguardaron el recorrido que se realizó sin incidentes.
La Procesión del Silencio es una tradición que se realiza anualmente con el apoyo de la Dirección de Turismo del Gobierno Municipal de Oaxaca de Juárez.