Actualmente la FIFA se encuentra investigando los dos partidos que ha disputado México en el Mundial por hechos de racismo y discriminación.
Según los estatutos de la FIFA, que regulan el Mundial de Fútbol: «Está prohibida la discriminación de cualquier país, individuo o grupo de personas por cuestiones de raza, color de piel, su origen étnico, nacional o social, sexo, lengua, religión, posicionamiento político o de cualquier otra índole, poder adquisitivo, lugar de nacimiento o procedencia, orientación sexual o por cualquier otra razón, y será punible con suspensión o exclusión».
En el caso de las selecciones, esto aplica para sus hinchadas.
«Podemos confirmar que hemos sido contactados por la oficina antidiscriminación de la FIFA (conocida como Fare) y por esa razón hemos abierto una investigación disciplinaria por conducta inapropiada de los espectadores durante los partidos México-Brasil y Camerún-México», dijo un vocero de la FIFA a varios medios.
Si la investigación avanza y se aplican con rigor los estatutos generales de la FIFA, México podría ser expulsado de la competición.
Eliminar el racismo
Las conductas a las que se refiere Fare son cánticos que se pronunciaron desde las tribunas del estadio Arena das Dunas en Natal.
Vocablos como «puto» y otras palabras similares fueron consideradas por los miembros de la oficina antidiscriminación como ofensas en contra de los jugadores del país africano.
Pero no solo es un asunto de estatutos: la FIFA quiere borrar el racismo de las tribunas.
Un mes antes de que se iniciara el torneo, el jefe de la oficina de antiracismo de la FIFA, Jeffrey Webb, había solicitado a los delegados en los partidos del Mundial de Brasil que expulsaran a los equipos del torneo si sus hinchas cometían actos de racismo.
En esa misma declaración, Webb anunció que habría cero tolerancia con este tipo de hechos «fuera y dentro de la cancha».
«La FIFA debe tomar ejemplo de la NBA, que forzó al dueño de los Los Ángeles Clippers a vender su franquicia después de expresar comentarios racistas», afirmó Webb.
Sin embargo, respecto al caso mexicano, las autoridades de la FIFA explicaron que por ahora no se darán más explicaciones hasta que se determine una sanción.
¿Por qué los equipos?
Para la FIFA y sus asociaciones alrededor del mundo, el único método efectivo para luchar contra los actos racistas es castigar a los clubes o federaciones que permiten o no vigilan correctamente lo que ocurre en sus escenarios durante los encuentros futbolísticos.
Por lo general, los castigos han sido sanciones económicas o el cierre de las tribunas donde ocurren los hechos.
Por ejemplo el pasado mes de mayo, el Real Madrid fue sancionado con el cierre parcial de una de sus tribunas por hechos de racismo en el partido de semifinales de la Champions League contra el Bayern Munich.
Pero, ¿cómo puede la federación mexicana, responsable de la selección, regular el comportamiento de los hinchas en un escenario controlado por la FIFA?
Si nos atenemos de nuevo al código disciplinario de la FIFA en su artículo 56 expresa:
«Si se trata de un grupo de partidarios, se castigará al club o a la federación a la que pertenecen».
Sin embargo, cuando BBC Mundo intentó contactar a la oficina de prensa de la FIFA no fue posible obtener una respuesta al respecto.
Sanciones económicas
En la historia de los 19 mundiales anteriores nunca se ha expulsado a ningún equipo de la competición.
Además, el código disciplinario de la FIFA, aunque contempla la expulsión, primero tiene en cuentra otro tipo de castigos como las sanciones económicas.
Sin embargo, muchos directivos piensan que las sanciones económicas no ayudan con el empeño de acabar con el racismo.
«Las fuertes normas en contra de las ofensas de tinte discriminatorio se introdujeron el año pasado luego de que los principales ejecutivos de la FIFA afirmaron en varias ocasiones que las sanciones financieras no tienen ningún efecto disuasivo», señaló el corresponsal deportivo de la BBC en Brasil Richard Conway.
Así que en teoría solo quedan dos caminos: el no acceso de hinchas mexicanos al próximo partido que jugará su selección frente Croacia el lunes de la semana entrante, o que la proeza ante los anfitriones haya sido el último partido de México en el Mundial.