Rebeca Luna Jiménez
Costumbres prehispánicas y creencias religiosas impuestas por los españoles se mezclaron para dar lugar a aromas, sabores y rituales que encienden la celebración del Día de Muertos, festividad declarada Patrimonio Cultural Inmaterial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Cada año, los últimos días del mes de octubre, además del 1 y 2 de noviembre, Oaxaca se envuelve en una atmósfera de celebraciones, recuerdos, nostalgia y a su vez de alegría. Todos están listos para recibir temporalmente el espíritu de los seres amados que ya partieron de este mundo.
Platillos suculentos, bebidas favoritas de los seres queridos que fallecieron, alegre música y las flores más llamativas son parte de la ofrenda que representa el amor, respeto y alegría con la que se da la bienvenida a los fieles difuntos.
Del 28 de octubre al 1 de noviembre, se estima un arribo de más de 57 mil turistas nacionales y extranjeros a los principales destinos de Oaxaca, con una ocupación hotelera del 46 por ciento, dejando una derrama de 188 millones de pesos.
El estado en fiesta
Los barrios, calles, cementerios, centros religiosos y culturales de todo el estado se llenan de festejos con motivo de este día especial, ferias, exposiciones artesanales y gastronómicas, comparsas, recorridos nocturnos en cementerios, calendas, muerteadas y un sinnúmero de actividades.
Lugares como San Agustín Etla, festeja con su comparsa de muertos, recorriendo las principales calles de la población, al compás de la música y el desfile de representativos personajes de esta celebración, como la Catrina. El misterio no deja de ser parte de estas festividades y en medio de la noche, envueltos en las narraciones de historias y leyendas características del Día de Muertos, los panteones de la ciudad de Oaxaca y municipios conurbados ofrecen paseos para tener un contacto cercano con la tradición.
Santa Cruz Xoxocotlán se une a las celebraciones con la Fiesta de los Difuntos 2016 con muestras de gastronomía, artesanías, tapetes y comparsas. Zaachila con paseos nocturnos, misas, cenas tradicionales y conciertos en la fiesta de Laanii Xtera Gueetgul Zaadxil.
De igual forma, Huautla de Jiménez, Pueblo Mágico, y municipio de la Ruta de la Reserva de la Biósfera, ofrece la Fiesta del Día de Muertos, Más Viva Que Nunca.
Por su parte, la Ruta Mágica de las Artesanías recibe con los brazos abiertos a visitantes; en San Antonino Castillo Velasco, con las festividades de Día de Muertos, y San Martín Tilcajete presenta su “Expo Venta de Alebrijes de Día de Muertos” durante esos días de celebración, así como la “Expo Venta Nacional Artesanal Día de Muertos en Oaxaca”, en el andador turístico de la ciudad de Oaxaca.
El Día de Muertos también está repleto de gastronomía y sabores inigualables, por lo que este año se lleva a cabo la primer Feria del Pan de Muerto, Sabor y Tradición de San Agustín Yatareni con venta de frutas, mole oaxaqueño y bebidas típicas.
Si nos trasladamos hasta la región de la Cañada, en Santa María Chilchotla las tradiciones mazatecas ofrecerán rituales, ofrendas, calendas y veladas en el panteón en el marco del 33° Concurso de Huehuentones.
La lista de festejos que giran en torno al Día de Muertos es amplia, cada rincón, población y cada calle de la entidad oaxaqueña es escenario de una festividad. En sus cinco Pueblos Mágicos y las 10 rutas turístico-económicas, se vive una celebración que por siglos perdura en las costumbres de Oaxaca, fortalece la identidad de cada oaxaqueño y ser parte de ella es una mágica experiencia colmada de sabores, ritmos, culto y respeto.
fuente http://despertardeoaxaca.com/