Los turistas que llegaron de otras entidades y países, no perdieron la oportunidad de degustar los auténticos tamales oaxaqueños y la bebida de los dioses, como se le conoce al tejate, hecho por mujeres de la Unión de Tejateras de San Andrés Huayápam.
Visitantes como doña Roselia Martínez, proveniente del Estado de México, quedaron encantadas con la gastronomía oaxaqueña, pues consideró que las imitaciones que comercializan en aquella entidad, “no tienen nada que ver con lo que hay en Oaxaca”.
“A mí me gustan mucho los tamales, siempre compro en mi casa cuando pasan vendiendo los que dicen ”tamales oaxaqueños“, pero esos no tienen nada que ver con lo que hacen acá, estoy encantada de verdad”, señaló doña Roselia.
Explicó que la gastronomía oaxaqueña es uno de los tesoros más importantes con que cuenta Oaxaca. “A pesar de los conflictos que ha vivido este bello estado, vale la pena venir porque la variedad de su cocina es inigualable”.
Durante el último día de la Feria, los oaxaqueños no desaprovecharon la oportunidad de degustar los tamales de chapulín, que a decir de las tamaleras fueron de los más solicitados.
“Le ponen su salsita y su limón, si vieran qué rico sabe”, comenta una de las expositoras y no hay quien resista pedir uno con su respectivo tejate.
Durante el transcurso del día, las mesas que se colocaron en la Plaza de la Danza, exclusivamente para los clientes, se vieron abarrotadas en todo momento, siendo la Feria uno de los eventos más concurridos en el marco de las fiestas de la Guelaguetza 2015.
fuente imparcialoaxaca.mx