Al menos tres toneladas y media de quesillo provenientes primero de Puebla y ahora de Chiapas, consumimos los oaxaqueños mensualmente, lo cual al año representa una fuga de capital por el orden de 10 millones de pesos, informaron expendedores del alimento de los principales mercados de la capital. “No producimos ni lo que consumimos”, dijo una de las expendedoras al señalar que en un principio el quesillo llegaba de San Martín Texmelucan, Puebla, “y ahora nos lo introducen del vecino estado de Chiapas”, afirmaron. Explicaron que cada dos días, a la semana, se descarga más de una tonelada del producto en el Mercado de Abastos de donde se distribuye al resto de las plazas que hay en la capital, así como en las principales poblaciones del Valle Central, como el propio distrito de Etla, Tlacolula, Ocotlán y Ejutla.
Las propietarias de las queserías explicaron que no sólo el quesillo proviene de las entidades vecinas, sino también ahora la mantequilla y crema es importada, debido a que en el Valle de Etla no se tiene una cuenca lechera para producir el alimento. Estimaron que un solo introductor y revendedor de quesillo paga cada dos días a la semana en promedio entre 40 a 50 mil pesos por la compra de más de 100 kilogramos del alimento, el cual se distribuye entre restaurantes, cafeterías, torterías y cooperativas escolares, además del que se hace pasar como quesillo auténtico oaxaqueño, sin serlo.
SIN CUENCA LECHERA Las expendedoras del alimento que a cambio de proporcionar la información solicitaron el anonimato, comentaron en entrevista grabada que el Valle Central de Oaxaca y el distrito de Etla específicamente, que han dejado de ser el primer productor nacional de queso y quesillo, luego de que la mayoría de este producto que dio fama internacional a la zona dejó de producirse ante la falta de leche que es la materia prima para elaborarlo, por lo cual ahora sólo queda el nombre. De más de 100 productores del lácteo que había hace una década en el distrito de Etla, hoy escasamente sobreviven apenas 30.
Y es que ninguno de los productores oaxaqueños tiene capacidad para vender el lácteo en otros estados, a penas logran colocarlo a nivel local en los mercados y cremerías que ellos mismos han puesto en la capital y municipios conurbados. “Hay escasez de materia prima, no podemos competir con cantidad, no podemos competir con volumen y queremos trabajar, pero no tenemos apoyos”, resume Inocencio Hernández, productor de queso y quesillo. Dedicado a la actividad por más de tres décadas, asegura que parte de la crisis que enfrentan los “quesilleros” es que “no hay suficientes establos con ganado, con vacas que produzcan leche, la suficiente para que nuestros productores hagan el quesillo que lleven al mercado”. Así, el Valle de Etla enfrenta una carencia de leche, que es la base para realizar este producto. Recuerda que antiguamente el mayor productor de queso o quesillo contaba con al menos 38 vacas productoras de leche, “hoy en día aunque la mayor parte de las casas del Valle de Etla cuenta con establos, éstos están vacíos”.
IMPONEN PRECIO Los poblanos y chiapanecos determinan el precio, lo imponen, ellos lo pueden subir el día que ellos quieran. El precio es alto para el tipo de producto que traen, que es de mala calidad, ya es procesado, expresó. Con tristeza señala que los campos están desiertos, ociosos. Los pobladores han optado por vender sus tierras a fraccionadores, que en los últimos años han llegado a la comunidad para construir conjuntos habitacionales de interés social. Abundó que no hay suficientes establos con ganado, lo que provoca que aumente el precio del queso al comprar leche de otros lugares. A esto hay que añadirle que para elaborar un kilogramo de quesillo se requieren diez litros de leche y hay escasez de vacas lecheras en la región. Esto ha llevado a que los productores poblanos y chiapanecos impongan sus condiciones de venta de leche en Oaxaca, lo que finalmente ha provocado que el costo de la leche aumente al doble. La radiografía presentada por Inocencio Hernández es similar a la ofrecida por quienes comercializan el queso y quesillo que a toda costa buscan proteger la otrora poderosa industria del quesillo ante la competencia desleal que enfrenta con otros estados.
SÓLO QUEDA EL NOMBRE Del otrora famoso quesillo y queso oaxaqueño hoy sólo queda el nombre y la fama, pues hoy de los pocos productores que aún subsisten ninguno domina el mercado y mucho menos cuentan con el lácteo para combatir a los otros estados. Ahora para diferenciar al quesillo oaxaqueño del poblano o chiapaneco tienen que recurrir a elevar el precio lo que también les representa una competencia desleal. Así, el kilogramo de quesillo de Oaxaca oscila entre los 100 y 150 pesos a diferencia del poblano que cuesta entre 70 u 80 pesos.
fuente tiempoenlinea.com.mx