Cuando éramos pequeños nos reíamos por cosas incomprensibles. Todo nos sorprendía y nuestra capacidad de asombro estaba intacta ante las maravillas del mundo que nos rodeaba. No le temíamos al riesgo, queríamos saberlo todo y no sentíamos ninguna vergüenza al decir “Te quiero”.
Claire Austen, espeta en yoga, meditación y vida sana, ha seleccionado cinco cosas que deberíamos aprender de los niños para tener una existencia plena:
1. Reír más. La risa nunca está de más. No sólo porque te hace disfrutar, sino porque te proporciona un bienestar mental y físico. Está demostrado que actúa como antioxidante y ejercita una buena cantidad de músculos. Puedes reír de cualquier cosa, de una broma, en un juego, durante una inesperada situación graciosa, etc. Toma la vida con humor.
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Amar más. Los niños dicen a sus madres y seres queridos que los aman y hacen demostraciones públicas de afecto en cualquier momento, mientras van de paseo o ven una película, en la cola del supermercado, etc. Da igual la situación, siempre es reconfortante escuchar un “te quiero” o un “te amo”, o recibir un abrazo, especialmente cuando es de forma inesperada.
3. Tomar más riesgos. Cuando somos muy jóvenes para conocer las consecuencias, no entendemos el significado de la palabra “riesgo”. Aunque hay que ser precavido, vale la pena de vez en cuando andar en bicicleta por una colina elevada o decirle a un amigo lo que realmente piensas de él. Definitivamente hay riesgos que vale la pena tomar.
4. Ser más curioso. Los niños quieren saberlo todo y la mayoría de las cosas les parecen impresionantes porque están en una etapa de descubrimiento. Maravillarte con pequeñas cosas, como un árbol enorme o un hermoso paisaje es una buena forma de no perder la capacidad de asombro. Además, preguntar más e interesarte en el mundo que te rodea te otorga una sensación de bienestar inigualable, además de incrementar tus conocimientos.
5. Ser indulgente. Los niños pelean siempre con sus amigos, hermanos y familiares, pero al cabo de un rato ya se olvidaron del asunto y dan vuelta la página.
No quedarse estancado en el pasado y perdonar más es una buena manera de vivir en paz y en plenitud con uno mismo.
fuente msn.com