Asumimos que durante las navidades nos vamos a pegar algún que otro atracón y que tras las fiestas la báscula nos va a dar un disgusto. El problema es que ese disgusto no es pasajero. Según un estudio publicado en The New England Journal of Medicine, ganamos 0,5kg durante el periodo navideño. No parece mucho, ¿no? El problema es que este mismo estudio también demuestra que esta pequeña ganancia de peso no se suele perder una vez pasadas las fiestas, con lo que tiene parte de culpa en esos quilos que vamos ganando poco a poco cada año sin saber cómo. Ahora que ya lo sabes, ¿vas a hacer algo al respecto? No hace falta que te declares en huelga de hambre durante todas las fiestas, simplemente sigue unos sencillos consejos y ten un poquito de fuerza de voluntad. ¡Ánimo, que no suena tan duro!
1. Concéntrate
Un estudio publicado en el Americal Journal of Clinical Nutrition indica quecomer con distracciones nos incita a engullir más. Y cómo no, en Navidades nos sentamos a la mesa y, mientras hablamos, vamos picoteando sin darnos cuenta. Así que primero sírvete en el plato la ración que vas a tomar en vez de ir cogiendo lo que te apetezca. Y ahora ya puedes hablar todo lo que quieras.
2. No bajes la guardia
El problema no son únicamente las fechas señaladas. También existen muchas tentaciones el resto de los días. Porque, claro, tu abuela casi te obligó a llevarte un tuper, tienes muy a mano los turrones del lote y tu padre te regaló unos polvorones que saben que te vuelven loco. Esto es un campo minado de tentaciones. No sólo tienes que estar atento a lo que te metes entre pecho y espalda los días señalados, sino que no tienes que bajar la guardia durante todas las golosas vacaciones. Guarda esas bombas calóricas para las grandes celebraciones. Y resiste la tentación pensando que no falta tanto. El resto de las jornadas intenta mantener una buena alimentación rica en frutas y verduras
3. Come antes de comer
¿Hambre en Navidad? Parece que estas dos palabras sean antónimos, pero no. En muchas ocasiones, pensando que después nos espera una gran comilona, dejamos de desayunar o casi ni comemos esperando a la cena. Esto provoca que lleguemos a la “gran comida” comiéndonos los nudillos y nos lancemos a los platos como si no hubiera un mañana. Para que esto no ocurra come algo antes de una cena o comida navideña. Escoge alimentos ligeros, como fruta o ensalada. Te saciarán, pero no añadirás más calorías de las necesarias.
4. El tamaño importa
Según un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition, cuanto mayores son las porciones que nos sirven, mayor es el consumo que hacemos de los alimentos servidos. Y, por supuesto, en Navidad las raciones son abundantes. Es difícil modificar esto cuando eres el invitado, pero en tu casa hazte un favor a ti y al resto de la familia y sírvete la comida en raciones más pequeñas. Utilizar platos grandes te llevará a llenarlo más, servir porciones más grandes y, por tanto, comer más y añadir un sinfín de calorías.
5. Vigila el alcohol
Parece imposible tener una cena navideña sin un poco de vino o sin un brindis con cava pero ya sabes que el alcohol es otra suma de calorías y, además, no sacia. Limita las calorías líquidas que acompañan a las copiosas comidas navideñas de la forma que te vamos a indicar. Pon al lado de tu copa de vino una copa de agua y ve alternando. De este modo conseguirás reducir las calorías notablemente y te hidratarás. Simplemente bebe agua cuando tengas sed o para acompañar algún bocado más seco pero disfruta del vino sólo cuando realmente quieras hacerlo. Si el agua te parece demasiado aburrida, opta por aguas aromatizadas. Son un gusto para el paladar y mucho más ligeras que un copazo.
6. Resérvate para el segundo
Los platos navideños son calóricos, lo mires por donde lo mires. Y están riquísimos. Opta por primeros platos ricos en verduras y hortalizas. Después de un picoteo, apuesta por ensaladas, cremas de verduras, acompañamientos de verduras a la brasa en lugar de patatas, etc. Así ya le podrás hincar el diente a ese sabroso (y calórico) segundo sin demasiados remordimientos.
Primeros platosEnsalada de granada
Lava y trocea la escarola. Tritura un ajo y pásalo por la sartén. Haz una vinagreta con aceite, vinagre, 1 tomate rallado y los ajos. Pon la escarola troceada en un bol, añade granos de granada y la vinagreta. ¡Disfrutaréis de este ligero plato entre el picoteo y el segundo!
Crema de judías verdes con foie
Cuece las judías al vapor. Fríe en una sartén con aceite de oliva un poco de ajo y cebolla. Pon todo a hervir ligeramente con caldo de pollo. Tritura las judías con ajo y cebolla, y algunos trozos de foie. Adereza con un toque de tomillo la crema.
Snacks antimichelínRollitos de salmón con aguacate
Chafa el aguacate y añade un poco de lima, sal y pimienta. Enróllalo con salmón ahumado para hacer un rico y cardiosaludable tentempié.
Salsa de yogur con crudités
Pica muy finas unas espinacas y mézclalas con 2 yogures, 1 cucharada de mostaza antigua y limón. Corta palitos de zanahoria y apio.
Chips de Kale o Berza
Trocea una col rizada como las patatas de bolsa. Pon los trozos en una bandeja y vierte aceite, sal y pimienta. Mételo en el horno precalentado a 180º y ves dando vueltas cada 7-10 minutos hasta que estén crujientes.
fuente msn.com