Los presidentes Enrique Peña Nieto y Barack Obama relanzaron la relación México-Estados Unidos, con énfasis en la integración económica para potenciar los 500 mil millones de dólares de comercio anual que los convierte en socios estratégicos, y con el objetivo adicional de convertir a América del Norte en una región competitiva frente a otros mercados crecientes como el asiático.
Establecerán un inédito diálogo económico de alto nivel para impulsar la inversión, la productividad y el crecimiento de ambas naciones y auspiciar más puestos de trabajo.
Este es uno de los acuerdos prioritarios que alcanzaron durante la visita de trabajo que realizó Obama, en la que los mandatarios coincidieron en que la cooperación en materia de seguridad “evolucionará” con respeto a la estrategia mexicana que el mandatario estadounidense se comprometió a apoyar.
En el Salón Tesorería de Palacio Nacional, Obama anunció que seguirá su lucha para conseguir el control de armas en su país, tema en el que México también trabaja para impedir el ingreso ilegal de arsenal al territorio, anunció Peña Nieto.
En materia migratoria, Obama expresó su optimismo porque la reforma en la materia sea aprobada en su país y lograr un marco legal que reconozca la contribución de los migrantes en la vida de Estados Unidos.
En el tema educativo se acordó la creación de un foro bilateral sobre educación superior, innovación e investigación, donde participarán el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos, con la colaboración de rectores de diversas universidades.
Después de más de una hora de reunión bilateral, acompañados por 11 colaboradores cada uno, los mandatarios ofrecieron una conferencia de prensa en la que anunciaron los acuerdos alcanzados en beneficio de los 450 millones de ciudadanos que gobiernan.
Prioridad económica
Peña Nieto destacó que al relanzar la relación bilateral se estableció que no será monotemática —centrada en seguridad—, ya que “debe permitirnos abrir espacios de oportunidad y de colaboración en distintos ámbitos, en un claro y señalado objetivo: hacer de la región de Norteamérica una más productiva, una más competitiva, que realmente permita detonar el enorme potencial que tienen nuestros pueblos”.
Ambos se manifestaron por potenciar la integración económica.
Peña Nieto detalló que se puso énfasis en el tema económico porque, dijo, “hemos hecho un análisis y reflexión de lo que hoy es ya la relación económica entre México y Estados Unidos, el flujo comercial y la complementariedad de nuestras economías y el potencial que tienen si queremos realmente convertirnos en una región, la de Norteamérica, más productiva, para poder competir con otras regiones del mundo, esto es lo digno a destacarse”.
Para impulsar esta nueva etapa en la relación económica binacional, acordaron establecer un grupo para el diálogo económico de alto nivel, en el que participará el vicepresidente Joe Biden y los funcionarios del gabinete mexicano en el rubro.
Peña Nieto calificó esta decisión como un hecho inédito, pues mediante este mecanismo se tomarán acuerdos sobre cómo las acciones del gobierno puedan acompañar los esfuerzos del sector privado para lograr una mayor integración económica. Acordaron, además, avanzar en la modernización de la frontera.
Obama destacó que “estamos alineados en proyectar hacia el Pacífico y al Atlántico y decir: ‘vamos a asegurarnos que estemos aprovechando todas las oportunidades económicas alrededor del mundo.
“Cuando los Estados Unidos prosperan, México también prospera; cuando México prospera, los Estados Unidos también prosperan, ese es mi mensaje aquí hoy (…) Y eso es algo en lo cual queremos centrarnos durante el resto de mi gobierno, y no dudo de que durante el gobierno del presidente Peña Nieto”.
Dijo que “no podemos perder de vista la relación mayor de nuestros países. Entre ellos, la promesa futura económica de México. Creo que tenemos una enorme oportunidad de auspiciar más comercio, más puestos de trabajo, más tráfico entre nuestros países”, en una relación de más de mil millones de dólares diarios de intercambio comercial.
Por ello, felicitó a Peña Nieto “por sus ambiciosas reformas para que su economía sea más competitiva, para que sus instituciones sean más efectivas, y sé que es difícil, pero también es necesario”. Dijo que le ha impresionado “la audacia” del presidente en su agenda de reformas.
Obama dijo que “junto con México, nos centraremos en aumentar las interconexiones comerciales y obreras, promoviendo la innovación, el trabajo empresario, para aumentar la competitividad”, además de concluir negociaciones en la Asociación Transpacífica, “otro paso importantísimo para integrar nuestras economías y colocarnos en posición de competir en los mercados más acelerados del mundo, en Asia, para poder vender más productos mexicanos y estadounidenses. Y si lo hacemos juntos, podemos trabajar aún mejor”.
Evolución en seguridad
Peña Nieto indicó que en el encuentro con Obama le expuso que la nueva estrategia en materia de seguridad en México tiene un claro propósito: “combatir al crimen organizado, bajo cualquier modalidad”.
Sostuvo que “en la nueva estrategia que hemos definido, especial énfasis es para nosotros reducir la violencia, que no se contrapone a combatir al crimen organizado”.
El mandatario expuso que “tengamos claro que la cooperación que hoy ya tenemos con Estados Unidos en materia de seguridad, a partir de la nueva estrategia lo que hemos buscado es ordenarla, institucionalizarla, establecer canales claros y únicos para que esta cooperación nos permitan lograr un objetivo: ser más eficaces, lograr mejores resultados, y ha habido un importante entendimiento con el gobierno de Estados Unidos y ha comprendido muy bien por qué el énfasis del gobierno de México que pone a la reducción de la violencia”.
Obama indicó que va a seguir evolucionando la cooperación en materia de seguridad, pero dejó en claro que “como le dije al Presidente, será decisión del pueblo mexicano decidir cuáles serán sus estructuras de seguridad y cómo entablar con otros países, como Estados Unidos (…) queremos seguir nuestros buenos oficios en cooperar de la forma en que ellos crean apropiada”.
Reiteró la decisión de Estados Unidos de “cumplir con nuestra responsabilidad de reducir la demanda de drogas ilegales y de combatir el flujo ilegal de armas y efectivo al sur, que ayudan a financiar la violencia”.
El mandatario estadounidense dijo: “Reconocemos que tenemos obligaciones con respecto a las armas que a veces se envían al sur y que contribuyen a la violencia aquí en México, pero francamente lo que más me conmueve son las víctimas de la violencia”.